Norilda crió y alimentó a sus hijos con los recursos del Manglar. En la actualidad cientos de familias sufren la invasión y depredación de camaroneras que destruyen el mangle.
El alimento es escaso y el trabajo artesanal del conchero desaparece en la oscuridad de la marea, pero la magia y tranquilidad de sus canales y estuarios acogen en su piel de lodo a Norilda y sus hijos que son los únicos que conocen Los Secretos del Manglar